a. p. f. xàbia
Al exconcejal del PP de Xàbia Miguel Savall le persigue el fantasma del
hormigón. Su empresa Triturca, S. L., que está en liquidación, era muy
fácil de encontrar en la época en que el consistorio (el propio Savall
estaba entonces en el equipo de gobierno) necesitaba hormigón a manta
para las obras públicas del Plan E. Esta mercantil suministró
prácticamente todo el material. Pero ahora a Triturca se la ha tragado
la tierra. El Ayuntamiento de Xàbia no da con ella para cobrarle una
deuda de 4.578 euros del canon de urbanización de la partida Catarroges,
donde la empresa tiene una planta de hormigón que durante diez años
funcionó sin licencia. Ha tenido que incluirla en la lista de deudores
"ilocalizables" publicada el martes en el Boletín Oficial de la
Provincia (BOP).
La mercantil se declaró en concurso de acreedores
hace dos años. Savall dejó de ser concejal en 2011, pero no ha
abandonado la política. Localizarle no debe ser difícil y, de hecho,
acude frecuentemente a los plenos. El vicepresidente del Consell, José
Císcar, lo rescató para la ejecutiva del PP de Alicante. También forma
parte de la gestora del PP de Xàbia creada hace cuatro meses para poner
paz en una agrupación local que vive en estado de convulsión permanente.
El exconcejal sigue, por tanto, en primera línea, aunque parece que no
quiere ya saber nada de sus negocios pasados con el hormigón.
La
empresa, aunque liquidada, todavía tiene otras deudas pendientes además
de esos 4.578 euros que le reclama el ayuntamiento. Su último director
general fue Hilario Cañada, quien se repartía con Savall todas las
acciones. Además, en Triturca tiene participaciones la promotora Xàbia
Panorámica. S. L., cuyo administrador único es el exalcalde de Xàbia,
Juan Moragues, también del PP. Savall y Moragues fueron de la mano en
política y también en algunas promociones inmobiliarias.
La historia
de Triturca está trufada de episodios llamativos desde que se constituyó
en 1997. Miguel Savall era edil de Aguas y gobernaba con
Bloc-Centristes cuando en 2009 el ayuntamiento pudo disponer de 5,3
millones de euros del Plan E para realizar obras públicas. La empresa
del concejal del PP suministró hormigón para al menos 12 de los 33
proyectos que adjudicó el ayuntamiento. El concejal alegó entonces que
su mercantil ofrecía el hormigón más barato.
La planta de Triturca en
Xàbia funcionó sin licencia durante diez años. El consistorio la otorgó
en junio de 201o, cuando el negocio del hormigón declinaba. El permiso
estaba supeditado a que "en ningún caso la actividad se inicie antes de
que se haya obtenido el acta de comprobación favorable". En 2002, tras
varias denuncias vecinales, el Tribunal Superior de Justicia de la
Comunidad Valenciana ordenó al ayuntamiento que cerrara la planta.
Savall, que era edil de Actividades, inspeccionó junto a los técnicos su
hormigonera un 26 de diciembre. El informe concluyó que la planta
estaba parada. Y tanto. Era el segundo día de Navidad.
LEVANTE-EMV
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