Xàbia es el paraíso próximo y posible para muchos valencianos
que en las últimas décadas han visto cómo una localidad tranquila se
transformaba en un concurrido centro de ocio y turismo, plagado de
nuevas urbanizaciones. Pese a la aglomeración y bullicio estival,
mantiene su belleza en parajes y recónditas calas que descubre Ana
Noguera en esta propuesta para estrenar el próximo verano.
"Un día ideal sería comenzar con un baño de mar en Cala Blanca, el Portixol o la Granadella y después acercarse a la isla del Portixol o del Descubridor", dice Noguera. "Luego, tomar el sol contemplando el cielo, las crestas de las montañas y los pinos que serpentean a lo largo de las curvas empinadas. Después de comer, un descanso en la playa del Arenal para un helado o un café, quizás en el Parador, una atalaya frente al mar".
Tras una siesta reparadora, Noguera sugiere pasear por alguno de los senderos que esconde Xàbia entre el monte y el mar, llegar hasta la ermita de Santa Lucía. "O un recorrido por el casco histórico en el entorno de la Iglesia de San Bartolomé o la zona del puerto bajo las faldas del Montgó".
La ruta prosigue hasta el cabo de la Nao, imponente mirador de toda la costa y uno de sus lugares preferidos para meditar y tomar decisiones importantes. "Aunque estemos agotados de todo el día de marcha merece la pena terminarlo disfrutando de las propuestas culturales de Xàbia", señala Noguera. "En verano se puede escuchar música al aire libre, asistir al festival de jazz, ver cine en la playa o disfrutar con el ajedrez viviente".
"Un día ideal sería comenzar con un baño de mar en Cala Blanca, el Portixol o la Granadella y después acercarse a la isla del Portixol o del Descubridor", dice Noguera. "Luego, tomar el sol contemplando el cielo, las crestas de las montañas y los pinos que serpentean a lo largo de las curvas empinadas. Después de comer, un descanso en la playa del Arenal para un helado o un café, quizás en el Parador, una atalaya frente al mar".
Tras una siesta reparadora, Noguera sugiere pasear por alguno de los senderos que esconde Xàbia entre el monte y el mar, llegar hasta la ermita de Santa Lucía. "O un recorrido por el casco histórico en el entorno de la Iglesia de San Bartolomé o la zona del puerto bajo las faldas del Montgó".
La ruta prosigue hasta el cabo de la Nao, imponente mirador de toda la costa y uno de sus lugares preferidos para meditar y tomar decisiones importantes. "Aunque estemos agotados de todo el día de marcha merece la pena terminarlo disfrutando de las propuestas culturales de Xàbia", señala Noguera. "En verano se puede escuchar música al aire libre, asistir al festival de jazz, ver cine en la playa o disfrutar con el ajedrez viviente".
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