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lunes, 13 de septiembre de 2010
Los javienses Cabaço y Llido, segundos en el raid Panáfrica
* Rui Cabaço y Juanjo Llido finalizaron en una segunda posición con sabor a victoria tras una gran remontada en la última parte de la prueba.
* Una rectificación en las clasificaciones por parte de la organización a falta de dos jornadas para el final dejó prácticamente sin opciones al equipo PGO Racing.
* El PGO BugRacer fue el único buggy de serie y el único que pudo completar la etapa disputada en las dunas del Erg Chebbi.
El equipo PGO Racing se ha quedado a las puertas de revalidar el triunfo logrado el año pasado en el raid Panáfrica, tras finalizar en la segunda posición de la categoría de buggys. Rui Cabaço y Juanjo Llido, piloto y copiloto, respectivamente, tuvieron que hacer frente a una tardía rectificación en las clasificaciones por parte de la organización que arruinó su gestión de la prueba, y les obligó a intentar una remontada casi imposible de 40 kilómetros en las dos últimas etapas. Al final, sólo les faltaron 8 kilómetros para alcanzar al equipo vencedor, pero sí volvieron a demostrar que el PGO BugRacer es el buggy más fiable del mercado.
Los javienses Cabaço y Llido se vieron condicionados durante prácticamente todo el raid, que se ha disputado en Marruecos entre los días 5 y el 12 de este mes, por un pinchazo que sufrieron en la segunda etapa y que les retrasó demasiado. Tras cubrir los 410 kilómetros de la especial, llegaron a la meta 15 minutos después del tiempo máximo permitido y eso les acarreó una penalización del 20% del recorrido. De este modo, quedaban en segunda posición a 40 kilómetros del primer clasificado.
A pesar de ese contratiempo, en las dos siguientes etapas supieron aprovechar sus cartas e hicieron valer la superioridad del PGO BugRacer en las condiciones adversas del Erg Chebbi. Allí es donde el PGO marcó las diferencias respecto al resto de buggys, ya que fue el único en completar el recorrido y cruzar por dos veces el cordón de dunas. Eso situó al equipo PGO Racing en el liderato, pero la alegría les duró poco porque horas después la organización anulaba una penalización a su rival que lo cambiaría todo.
Por lo visto, los comisarios consideraron que en la segunda etapa se habían saltado un way point y los penalizaron, tal como establece el reglamento. Sin embargo, dos días más tarde comunicaron que esa decisión estaba basada en un error, por lo que decidieron anular la sanción que les habían impuesto.
“De estar en el primer lugar de la clasificación caíamos al segundo puesto, ¡y otra vez con una diferencia de 40 kilómetros por detrás del otro equipo! No discutimos la rectificación de los comisarios, pero evidentemente llegó muy tarde, dos días tarde, para ser exactos. Eso nos perjudicó muchísimo porque a falta de las dos últimas etapas era muy difícil que pudiéramos recuperar esa diferencia. Si lo hubiéramos sabido cuando tocaba podríamos haber adaptado nuestra estrategia y hubiéramos tenido margen de maniobra, pero no fue así”, lamenta Rui Cabaço.
Así las cosas, los de Jávea tuvieron que emplearse a fondo y optaron por arriesgar la integridad de su buggy al tratar de seguir el rumbo más corto entre los distintos way points. “El problema es que la Panáfrica está pensada de modo que en la línea recta entre WP esté el terreno más accidentado y difícil, pero no teníamos alternativa así que nos metimos campo a través superando zonas con grandes piedras que dañaron los protectores del buggy”, reconoce el propio piloto.
En esas dos últimas jornadas, consiguieron recortar 32 kilómetros y estuvieron a punto de completar la remontada, pero les faltaron sólo 8 kilómetros para igualar al equipo que finalmente se adjudicó la victoria. “Arriesgamos mucho pero el PGO BugRacer es casi indestructible. Sabíamos que era el buggy más fiable y robusto pero aún me cuesta entender como ha llegado sin ninguna avería al final de la prueba después de 2.000 kilómetros terriblemente exigentes y duros para la mecánica. Y eso que era el único buggy estrictamente de serie”, atestigua Juanjo Llido.
Por su parte, Rui Cabaço asegura estar muy satisfecho “por el rendimiento de nuestro vehículo y por el gran esfuerzo que hemos hecho en el tramo final del raid. Pero no podemos esconder el descontento por la tardanza de los comisarios en percatarse de su error y por la arbitrariedad que suponen las penalizaciones en porcentajes. Nuestro equipo fue el único que completó el recorrido de las dunas, pero como era la etapa más corta (con sólo 140 kilómetros) nuestros rivales recibieron una penalización muy inferior a la que recibimos nosotros por llegar sólo 10 minutos tarde al final de la etapa más larga (con 410 kilómetros). Son cosas que la organización tendría que replantear de cara a seguir mejorando lo que para mí es el Dakar de las pruebas de orientación”.
En las imágenes:
Rui Cabaço, piloto del PGO Buggie Racing Team
Juanjo Llido, copiloto del PGO Buggie Racing Team
PGO BugRacer 500i en el raid Panáfrica
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